jueves, 4 de junio de 2009

Creatividad


Me alegro de pertenecer a lo "degenerado". Me niego a seguir un conjunto de cánones, reglas, armonía, proporciones y medidas impuestas por un puñado de genios de un pasado remoto. La estupidez de la rigidez radica en que suprime la libertad. Lo que se escapa de los límites ya no es digno de llamarse arte, esa es la excusa de los más pobres.
Si nos ponemos a mirar un poco la historia, es lamentable lo que se ha hecho y se sigue haciendo con las obras de arte. Lo ajeno es una amenaza, aquello que no podemos apreciar, aquello que va contra nosotros. La solución es destruirlo, como acabamos con todo lo que se interpone en nuestro camino hacia la pandemia de nuestra propia locura regurgitada.
Innovación y ruptura. Dos palabras a las que siempre y nunca guardaré un gran respeto.

1 comentario:

D dijo...

Gracias por el commentario. Yo también me alegro en verdad, pero desgraciadamente soy cautivo de la flojera. No siempre me gana, pero igual tengo muchísimas fotos para el blog. Y bueno, no es que lo ajeno sea una amenaza, es más bien que nos da miedo lo desconocido, por lo tanto generamos un odio y una postura agresiva por no entenderlo.