martes, 6 de enero de 2009

El poder del cocinero


Estás seguro de algo: "podría ser peor". Claro. Ya. Es evidente. No sabes cómo has llegado a algo cómo esto..."algo" como el vacío. No te consuelas, ni quieres hacerlo. Los males ajenos no te inspiran ninguna misericordia, eres un egoísta concienciado. La ambición es algo que has degustado bien (¿notas que ahora no está?).
- ¡ !
¡Qué bien!, empezamos a escuchar frases "poco" típicas como: ha perdido el camino, está desorientado, anda sin rumbo, no sabe lo que quiere...Perfecto. ¡Qué solución tan buena!, justo lo que necesitaba oir...
Gracias, libros de autoayuda; GRACIAS, psicólogos...(jajaja). En realidad no los culpo, sólo cumplen con su trabajo.
Basta de sarcasmo....

Un día perdiste tus ilusiones, ¿o fue poco a poco?...Comiste de más o de menos, no diste las gracias, no pediste perdón, al salir de la ducha no te desenredaste el pelo, has matado (a) una mosca que, en realidad, no te molestaba, untaste demasiada mantequilla en la tostada, te serviste avariciosamente el vaso con más cocacola, no recogiste el cepillo de dientes de tu hermano/a que se habías tirado, sin querer, por ese hueco inaccesible entre el mueble y la pared, cerraste los ojos antes del susto, seguiste tus impulsos, no los seguiste, leías el periódico, no cambiaste las sábanas, una avispa picó a un bañista en Denia, Sofía se comió un bombón a escondidas, a muchos kilómetros de tu angustia...alguien no hizo el amor a su aburrida pareja.

No sé qué, pero ha tenido que pasar lo que sea...para que yo cambie.

No hay comentarios: