jueves, 8 de enero de 2009

Profundidad en el horizonte y ojos que arden al verte


Solo en la inmensidad... caminas como alma errante, un rostro, una palabra, una mirada amable. Miras, sin ganas, la realidad...la verdad te asombra, quieres fundirte en el aire que castiga tu piel, tus lagrimas pesan demasiado...el camino está cortado y tú...abandonado a tu desdicha sin fin. Sabes que a ningún lugar perteneces, construyes tu hogar en un mundo abstracto en el que te desvaneces.Poco a poco pereces en tu propio camino, sembrado de un veneno al que llamamos destino. Otros comparten tu sendero, ellos tampoco lo eligieron. ¿Qué más da lo que sientas?¿Qué más da lo que digas?, la belleza que tocas está llena de espinas.La pasión se desborda por cada límite de tu cuerpo, no importa el espacio, no importa el tiempo. Continuo, como siempre, mi soneto moribundo, con mi pena embotellada en horizontes profundos. El Sol está oculto en el desgastado cielo, no me quema, no me ilumina...nada llena mi alma hundida. Y pasan los minutos...