jueves, 29 de enero de 2009

Trazos marchitos, boca quemada




¡Ay, Luna de tierna noche
violeta en la madrugada!
¡Ay, Grillos que gimen nanas
de invierno frente a mi cuna!
y viento que sopla eterno
y voces de la alborada
relato trovadoresco
del ritmo que no se apaga
del hierro que no se funde y
la culpa enmascarada...
¡Ven enemigo enhiesto!,
ven a mi cama...

3 comentarios:

Inédita dijo...

una cama que aun esta vacia ...

Javier González dijo...

te quiero, yo ocuparé esa cama, querida Inédita =D

Anónimo dijo...

Muy sugerente verso, Ninette. De gran intensidad y pequeña rima. En el nocturno y frío lecho no hay cosa mejor el calor de un intenso encuentro. Ya dijo Platón que el amor es tensión - hacia lo amado, lo que todavía no se posee: búsqueda, pero también espera.