Nadie corre por parajes donde humea la cenicienta
de mis pensamientos.
Ella aguanta el candelabro, a pesar de esto...
el ardor de las velas, las pesquisas y el lodo
limpio comodoro sin riendas
perdiste y, aún así, te juegas...
a una mano tus tierras y
por la nada el todo.

1 comentario:
tienes la facultad de hacer arder mis cenizas...una y otra vez
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